miércoles, 30 de junio de 2010

Causas y efectos

Ella vive en Barcelona desde hace un año. Vino con dos amigas para trabajar en una empresa a media jornada. El resto del tiempo lo aprovecha para aprender español y disfrutar de la experiencia de vivir en un país extranjero. Salir por las noches, conocer bares y chicos, sobre todo. Los horarios son propicios, porque trabaja por las tardes. Y el piso es una maravilla. Hay más gente en su situación, que también pueden salir entre semana y organizar fiestas en varios de los pisos.
Aunque hay algo que le extraña. Casi nunca recibe correo. A pesar de que sus padres le envían cartas (están desconectados del correo electrónico) y ha domiciliado todos sus recibos en la nueva dirección, casi nunca le llegan.
Cuando habla con sus amigos lo comenta. "¡Qué país más desastroso! El servicio de Correos funciona fatal, y nadie parece darse cuenta. Menudo país de pandereta..."

Él está harto de las fiestas, del ruido, de la suciedad, de la mala educación. Lo ha probado todo, con educación y sin ella: notas en el ascensor, llamar a los pisos, denuncias al distrito y a la policía... Nada funciona. Así que ha decidido tirar cualquier carta que vea dirigida a personas extranjeras. Tal y como aparecen encima de los buzones, van directas a la papelera. Es un canto en el desierto, lo sabe, pero le proporciona su pequeño momento de venganza.

j.

miércoles, 23 de junio de 2010

Una canción me llevó hasta allí

Verano del 2001. Volvía a casa en coche, escuchando la radio, ‘Si amanece, nos vamos’, y entrevistaban a Jorge Drexler. No lo conocía de nada, pero me gustó la historia: un dentista uruguayo al que Joaquín Sabina apadrinó para que se viniera a España a hacer de telonero en sus conciertos. Mi devoción por Sabina hizo que le cogiera un cariño especial. Y luego pusieron una canción del disco que acababa de publicar, ‘Sea’.

La canción era ‘El pianista del gueto de Varsovia’. Me maravilló. Y me compré el disco. Después pasó lo de siempre. Descubrí ese disco y me compré los anteriores. Ahí me di cuenta de que es un cantante diferente. No es uno más de esos cantautores sudamericanos. Innova, prueba, experimenta. Y eso me gustó. Ese mismo disco, de hecho, incluía música electrónica, algo que nunca me había interesado. Él la integraba en sus canciones, aportando algo diferente.

Después salió ‘Eco’, otro gran disco, que se hizo famoso en su reedición. Curioso. Incluía la canción ‘Al otro lado del río’, por la que ganó un Oscar a la mejor canción, aunque, a pesar de ser lo habitual, no le dejaron cantarla durante la gala. En su lugar, Antonio Banderas perpetró una versión con Santana, y Drexler reaccionó cantándola a capella cuando salió a recoger el premio. (Ojo al enlace que he encontrado. No tiene desperdicio.)

Ya famoso, fue más fácil ligarse a Leonor Watling, verdadero objetivo, seguro, de su carrera musical. Y lo consiguió cuando grabó el disco ’12 segundos de oscuridad’. Seguramente mientras lo grababa. El disco de una ruptura, sin duda. Incluye canciones en las que explica que su mujer le cotilleaba el correo y el Messenger, incluyendo los sonidos de los mensajes. Sublime. Como lo es el título: ‘La infidelidad en la era informática’. Con frases como ésta, es previsible que no fuera un divorcio fácil:

“Y en flashbacks de celos aún siguen llegando las frases que nunca debió haber leído.”

O cantos a la infidelidad, como ‘El otro engranaje’. Ojo:

“El cantante ávido de nuevas pieles... Aquel literato lució su guiñada... y por los pasillos de tantos hoteles el tráfico arrecia en las madrugadas. Clara, evidente, manda la libido, la fidelidad, brumosa palabra, con su antigua lista de gestos prohibidos, muerde siempre menos de lo que ladra.”

Después de eso, fue noticia por el embarazo de Leonor Watling y sacó un disco grabado durante una gira por Catalunya, que incluye rarezas de su repertorio y versiones extrañas de sus canciones.

Y hace unos meses sacó un nuevo disco, 'Amar la trama', grabado en directo también, pero de canciones nuevas. La gira de ese disco es la que le trajo a Barcelona hace unos días, donde nos regaló un concierto genial.

j.

P.S: Investigando he descubierto que el amigo Drexler colaboró con Shakira para la versión española de la canción ‘She wolf’, ésa en la cantante que se hizo famosa por mover las caderas (lo reconozco, he visto vídeos de sus canciones en You tube sin volumen) ladra como una perra en celo. Ha caído un mito. El del cantante. Y ha nacido otro. El del macho. Un tipo que se rodea de la Watling y Shakira merece toda mi admiración.

lunes, 7 de junio de 2010

Corrupción


He hablado en más de una ocasión de mi predilección por la serie 'El ala oeste de la Casa Blanca', lo sé. Pero es que no puedo hacer más que reafirmarme.

Un guión que incluye una frase como ésta tiene toda mi admiración:

"El dinero en política es agua en el asfalto: encuentra todas las grietas y huecos."

Deberían castigar a (casi) todos los políticos a escribirla cien veces en las paredes del Congreso y el Senado.

j.

jueves, 3 de junio de 2010

Tres políticos que no pasan por su mejor semana


- Antanas Mockus. Candidato del Partido Verde a la presidencia colombiana, derrotado con más contundencia de la esperada en la primera vuelta de las elecciones. De su perfil publicado el domingo en ‘El País’, me quedo con algunas perlas:

De repente los bogotanos empezaron a encontrarse con mimos que afeaban la conducta incívica de los peatones, o con el propio alcalde disfrazado de Superman, con capa roja incluida

¿Puede un filósofo que va cargado con un lápiz gigante y con girasoles - símbolos de educación para todos y paz– gobernar un país con retos envenenados como el terrorismo, el narcotráfico o un alto nivel de pobreza?

Mi lado ‘maragalliano’ se enamoró de él de inmediato.

- Yukio Hatoyama. Primer ministro japonés desde hace poco más de 8 meses, cuando ganó las elecciones al Partido Liberal Demócrata (PLD), que llevaba gobernando el país desde hace más de medio siglo. Ha dimitido por no retirar la base militar americana de la isla de Okinawa, una promesa electoral. Sí, sí, hay países en los que las promesas electorales son algo más que palabrería...

Pero no sólo es excéntrico por ser un hombre de palabra, sino por 3 aspectos más:

- Su mujer publicó un libro, titulado ‘Cosas muy extrañas que me he encontrado’, en el que relataba que siendo joven su alma viajó en un platillo volante hasta Venus. Ojo a la tipa, eh!! Y no sólo eso: cuena también que en una vida anterior conoció a Tom Cruise, que estaba encarnado en un japonés.

- Él, como buen japonés, es aficionado a la música y el karaoke, y eso le llevó a grabar un single con su hermano. La canción se llama Take heart: vuela, paloma de la paz y, evidentemente, cuando se convirtió en primer ministro pasó a ser una pieza de coleccionista.

- Apareció en un acto oficial con una camisa que parecía un homenaje al cubo de Rubik. ¡¡Y por dentro de los pantalones!! Ha habido cantantes de los 80 más elegantes que él...

- David Cameron. Recién elegido primer ministro británico, cuando tiene que conseguir ganarse ‘la confianza de los mercados’ (como todos los políticos de todo el mundo, por cierto, para que luego digan que no son éstos los que dictan las prioridades políticas...), se ve obligado a aceptar la dimisión de su Secretario del Tesoro, por aceptar un cobro en concepto de alquiler de manera ‘inapropiada’. Ahora no se le ocurre otra cosa que revelar los sueldos de todos los altos cargos que cobran más que él. Está claro que los sueldos son públicos y, por tanto, no revela información secreta, ni nada por el estilo (aunque algunos se han negado), pero no entiendo a qué viene. Dice que “ayudará a recuperar la confianza de la sociedad”, pero yo creo que será más bien todo lo contrario. Irrita saber que un tipo cobra más de 23.000€ mensuales (John Fingleton cobra 333.788€ anuales), más que inspirar confianza en que, por cobrar ese dineral, trabajará mejor. Al menos a mí.

j.

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