miércoles, 28 de octubre de 2009

Dios es redondo

Dejémonos de politiqueo entorno a las cajas de ahorros, de corrupción y de literatura trufada de intertextos, y vayamos a lo que de verdad importa, lo que anima a la gente a levantarse por las mañanas: el fútbol.
¡Qué gran partido anoche! Creo que nadie agradecerá lo suficiente al Madrid el interés que está dando a la Copa del Rey de un tiempo a esta parte. Todos la dábamos por muerta desde que se impusieron todas las eliminatorias a doble partido, y encima con los sorteos teledirigidos, que impiden enfrentamientos entre los equipos que juegan en Europa y que permiten siempre al grande jugar la vuelta en casa. Como estrategia comercial es intachable: más partidos, y por tanto más dinero de las televisiones, y además el grande tiene la oportunidad de enmendar un mal partido. Pero entraña ciertos riesgos: demasiados partidos (aunque no creo que nadie tema por la saturación, visto lo visto), con el consiguiente riesgo de lesiones y, lo que es peor, muchos partidos intrascendentes. Para rizar el rizo, la Federación impone una restricción a los jugadores sin ficha profesional que pueden jugar. Por un lado habrá quien diga que así evitamos partidos de filiales disfrazados de profesionales, pero por otro impedimos que la competición sirva de trampolín para los jóvenes.
Sin embargo, el Madrid se ha propuesto el ‘más difícil todavía’: no recurre a jugadores del filial y asegura un partido de vuelta digno de ver. Ni los ejecutivos incompetentes de la Federación, ni los productores de las televisiones; nadie podría haber diseñado una eliminatoria con tanto interés como la que ha quedado.
Sólo un último apunte: si el Alcorcón no se presenta al partido de vuelta, ¿se lo darían por perdido por 3-0? Porque si es así, estaría clasificado... y sin tener que coger Cercanías!!!
¡Que viva la Copa!

j., el republicano

martes, 27 de octubre de 2009

Daiquiri blues

Cuando uno es considerado un fan, cumplir con algunos ritos es muy importante. Hoy ha salido a la venta el nuevo disco de Quique González, ‘Daiquiri blues’, y como un verdadero fan, no he esperado para comprarlo. Me he escapado del trabajo y me he plantado en FNAC. Desempaquetarlo en las escaleras mecánicas, hojear el libreto... Y como siempre, escucharlo por primera vez en el trabajo. Ponerse los auriculares, hacer ver que leo o redacto un informe (o un post, ahora), mirar furtivamente los títulos de las canciones... Y apretar ‘Pause’ cuando se acerca el jefe, claro.
Lo hice con anteriores discos, y lo hago con pocos cantantes o grupos: Sabina (ya queda menos!!), Wilco, Counting Crows, Tom Petty... Un pequeño vicio al que me he aficionado.
Y no sé si créeis que soy un frikie o no, pero os puedo asegurar que somos bastantes: en la cola de al lado y en la mía había más gente con el cd en la mano, esperando a llegar a las escaleras para desempaquetarlo.

j.

P.D: Tendré que escucharlo más, lo sé, pero así ‘a primera oída’, me recuerda a ‘Kamikazes enamorados’ y me gusta más con banda...

lunes, 26 de octubre de 2009

Cajas, cajones, cajitas

Otro de los temas que apestan últimamente es el de las personas que dirigen las cajas de ahorros. El sistema es el mismo desde hace tiempo (no en vano, Narcís Serra es el presidente de Caixa Catalunya. ¿Mérito? Le echaron del PSOE y en el PSC no le querían dentro del partido). Pero es últimamente, al remover la mierda, cuando ha empezado a oler más.
Desde hace algunos meses aparece por los periódicos el tema de Caja Madrid, y la semana pasada estalló. Resumen: el PP de Madrid ha llegado a un acuerdo con el resto de partidos y otras instituciones para repartirse los puestos del Consejo de Administración. Al PPM le tocaba la presidencia, y al PSM, la vicepresidencia. El compromiso era que nadie vetaría a nadie. Pero resulta que es Rajoy el que veta al candidato de Aguirre para ser presidente: Ignacio González, vicepresidente de la Comunidad. Y le apoya Gallardón, que todos sabemos que siempre se ha llevado muy bien con Aguirre. Y no sólo eso, sino que también la Moncloa veta al candidato de Aguirre, al cual el PSM había prometido no vetar. Conflicto de intereses, lo llaman.
Todos tienen sus argumentos, pero todos esconden sus motivos. Rajoy quiere a Rato porque dice que es una persona sobradamente preparada, pero en realidad veta a Ignacio González porque le recriminó la forma de hacer oposición y siempre ha sido el ariete de Aguirre para soltar ‘pullitas’ a Rajoy. Además, colocando a Rato, dicen, elimina un posible rival dentro del partido. Zapatero veta a González porque dice que no da el perfil, pero también a Rato, porque considera que sería un contrapoder a la ministra de Economía. Para muestra, lo que dice Miguel Sebastián, ministro de Industria: "Como ministro me quedo callado, pero como economista me siento abochornado por este espectáculo, porque las cajas, que son instituciones financieras muy importantes porque son las que dan crédito, deberían estar despolitizadas” (¿Y por qué no se calla como persona? ¿Le preguntamos quién dirige las cajas de ‘sus’ comunidades?) Y Aguirre veta a todos, porque si coloca a González habrá dado un golpe de efecto. Además, dice, está dispuesta a aguantar el pulso porque considera que tiene todo el derecho, con su mayoría absoluta, a elegir al presidente de Caja Madrid.
Y la pregunta es: ¿lo tiene? Quizá sí, porque el sistema está mal montado, pero es el que hay. Pero en cambio los críticos argumentan que la entidad tiene oficinas, clientes y personal en toda España, y sería más normal que la decisión se tomara desde una óptica más ‘nacional’. Al menos eso dice hoy en una entrevista a ‘El País’, Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid. “¿Somos un partido federal o es que somos nacionalistas madrileños? Nunca he visto tanta hipocresía”. Pero uno lee la entrevista completa, y es evidente que hay algo más. Denuncias de espionaje, de chantaje, de censura, de clientelismo... ¿Y siguen perteneciendo al mismo partido? ¿Y no lo ha denunciado? Pues entonces que no dé lecciones ni haga declaraciones tan rimbombantes.

Pregunta: ¿El pulso de Esperanza Aguirre es sólo por el control de Caja Madrid o cree que hay algo más?
Respuesta: En la misma línea de la respuesta anterior y parafraseando un texto que se le atribuye a Brecht pero no es suyo, un ciudadano español diría: 'Vinieron a por Pío [García Escudero, ex presidente del PP-Madrid], y yo no hablé porque no era de Pío; vinieron a por la tele y yo no hablé porque no era de la tele; vinieron a por la Cámara y yo no hablé porque no era de la Cámara; vinieron a por Ifema y yo no hablé porque no era de Ifema; vinieron a por la Caja y yo no hablé porque no era de la Caja; vinieron a por Rajoy y yo no hablé porque no era de Rajoy; vinieron a por el PP y yo no hablé porque no era del PP... Vinieron a por España'.

Lamentable.

Y surge otra duda: ¿por qué interesa tanto? Porque claro, lo leemos en los periódicos y entramos de lleno en la batalla, juzgando los motivos y posicionándonos, pero no nos preguntamos a qué viene tanto ruido. Supongo que sobre todo es cuestión de poder e influencia, pero ¿y el dinero? Algunos de los candidatos son gente que proviene de consultoras o entidades como Lehman Brothers, y digo yo: ¿cuánto pueden cobrar para que les atraiga la oferta?
Al final, si hay algo que queda claro es que los partidos son incapaces de aceptar que algo quede fuera de su alcance. Y el partidismo lo infecta todo: las instituciones económicas, políticas y culturales, los medios de comunicación... La política puede ser maravillosa (Salinas!! Desde aquí el homenaje a Andrés Montes), interesante, instructiva, pero están consiguiendo que se convierta en la explicación de todos los males. ¿Cuántas veces hemos oído hablar, por ejemplo, de la ‘politización de la justicia’? Pero el Estatut merece otro post...
O la politización de la música. Aquí os dejo una frase leída en un reportaje sobre la nueva música pop en catalán, que en la despolitización (pasar del modelo subvencionador de CiU o los conciertos de los Pets i Sau en el Sant Jordi) ve la clave de su éxito: "Con el tiempo me he dado cuenta de que la política lo infecta todo, es una plaga. El nacionalismo, como idea, es algo muy noble, una idea nacida de algo tan bonito como amar tu tierra. Luego llegan los políticos y lo convierten en una mierda”. Para más información, os recomiendo el documental ‘The new catalan song’, que estrenarán próximanente en el festival de cine documental musical In-Edit Beefeater.
j.

viernes, 23 de octubre de 2009

¡Ay, qué cruz!

En tiempos tan apestosos como los que vivimos, a veces nos preocupa más la imagen que el fondo. Sí, quiero hablar del hombre más odiado en Catalunya después de CR9 y Curri Valenzuela: Fèlix Millet.
En 1999 recibió la Creu de Sant Jordi, creada con el objetivo de “distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Catalunya en la defensa de su identidad o, más generalmente, en el plano cívico y cultural”. Vaya, una distinción honorífica creada en 1981, sin dotación económica, que han obtenido personas como Lluís Llach, el Fútbol Club Barcelona, Péter Brachfeld Latzko (a mí también me parecía increíble que no la tuviera), Núria Espert o la Volta Ciclista a Catalunya. Millet comparte distinción con ellos, y después de lo que ha hecho, ni a ellos les apetece verse relacionados con él (Tresherras dixit), ni a la Generalitat le interesa que se le relacione con el premio.
El problema es que a nadie se le había ocurrido que alguna vez fuera necesario revocar la distinción (quizá cuando la crearon no pensaban regalarlas), así que el Decreto de creación no contemplaba esa opción. Cagada pastorets.
Por eso hoy se ha publicado en el DOGC el Decreto siguiente:

Article únic
S’afegeix un nou article 6 al Decret 457/1981, de 18 de desembre, creant la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, amb la redacció següent:

“Article 6
“Aquesta distinció podrà ser revocada quan es produeixin fets que posin de manifest la conducta poc honorable, que comporti la indignitat o el demèrit, de la persona o entitat guardonada.

La revocació es durà a terme per decret del Govern, prèvia audiència de la persona interessada, en el marc del corresponent expedient administratiu instruït a l’efecte.”

Lo dicho: es más fácil hacer estas campañas de imagen y anunciar solemnemente que se le retirará la distinción por la vergüenza que supone y bla, bla, bla... Más fácil, decía, que ser exigente cuando las entregas y, lo más importante, realizar controles a un señor que casó a sus dos hijas en el Palau, falsificando facturas para que el propio Palau las pagara. Y no me enrollo más, porque son tantos los detalles oscuros de la historia que dan para 3 ó 4 posts... Eso sí, yo pienso que, por lo mismo que le revocan la Creu de Sant Jordi deberían darle el Nobel de Economía. Porque madre mía qué genio...

j.

Ah, dos curiosidades descubiertas mientras me informaba:

1) ¿Sabíais que en 1989 sólo se otorgó la Creu de Sant Jordi a una persona? El resto de año el listado es bastante extenso, pero en cambio ese año sólo se le otorgó a Ernest Dethorey i Camps. ¿Alquien sabe qué pasó?
2) Existe un máximo de Creus de Sant Jordi que pueden estar en manos de personas físicas vivas: 600. ¿Quizá por eso en 1989 sólo pudieron dar una? Y como luego han ido cayendo los héroes de la Guerra civil que la tenían... Es una teoría.

jueves, 22 de octubre de 2009

Un libro original

Uno de los objetivos que me marqué cuando inauguré este blog era el de escribir sobre los libros que leo. Nada serio, no pretendo convertirme en el nuevo Marcel Reich-Ranicki o Bernard Pivot. (Estos links le dan un punto snob al blog que me encanta). Sólo quiero obligarme a reflexionar un poco sobre los libros, porque a veces me da la sensación de que leo uno, lo cierro, y no pasa nada. Sobre todo en el caso de las novelas. Cuando se trata de libros de historia o memorias, sí que tengo la sensación de aprender, aunque lamentablemente se me olvidan la mitad de las cosas que considero interesantísimas.

En fin, el caso es que quiero cumplir con lo que me propuse, y voy a empezar por un libro que leí antes del verano: ‘Twistanschauung’, de Víctor García Tur. Es rarito. Son 13 cuentos sobre temas diversos, muchos de ellos con las relaciones de pareja como trasfondo. Y sobre todo, original. Para empezar, el título: es una mezcla de ‘Twist and shout’ y ‘weltanschauung’ (la manera que tiene uno de ver la realidad). Un título original que da una idea del tema del libro. (Por supuesto, me enteré de esto al leer alguna crítica, no por mí solo, que ya os he dicho que soy algo limitado). Otros detalles originales: en realidad no son 13 cuentos, sino 15, según el índice. Pero es que hay dos que se repiten (casi íntegramente, excepto 4 ó 5 palabras. Aún no le he pillado el sentido). Más: todos los cuentos comienzan en la misma página, la 13, y a partir de ahí siguen su propia numeración. Más: muchos de los cuentos tienen intercaladas fotografías o imágenes. Más: antes de cada cuento hay un montón de citas, algunas realmente originales (no se me ocurre otra palabra, lo siento), e incluso a veces tan interesantes o más que el propio cuento. Por ejemplo, antes del primer cuento, se suceden las siguientes citas:

C’mon, c’mon, c’mon, c’mon baby, now.

THE BEATLES,

Twist & Shout, 1964

El espectáculo no puede entenderse como el abuso de un mundo visual, el producto de las técnicas de difusión masiva de imágenes. Es más bien una Weltanschauung que ha llegado a ser efectiva.

GUY DEBORD,

La sociedad del espectáculo, 1967

Todo el conjunto de los cielos y la innumerable muchedumbre de seres que pueblan la tierra, en una palabra, todos los cuerpos que componen la maravillosa estructura del Universo, sólo tienen substancia en una mente; su ser consiste en que sean percibidos.

GEORGE BERKELEY

Tratado sobre los principios del conocimiento humano, 1710

La fotocopia del DNI no tiene valor si no va acompañada del original.

MINISTERIO DEL INTERIOR, GOBIERNO DE ESPAÑA

Car desamor vos enfosqueix la vista.

AUSIÀS MARC

Esto es como aquella vez que volvimos a ver El sexto sentido.

PETER GRIFFIN a Padre de familia

C’mon, c’mon, c’mon, c’mon baby, now.

THE TOP NOTES,

Twist & Shout, 1961

(Por cierto, leerlas mientras hojeaba el libro fue lo que me animó a comprarlo)

El libro es original (esto creo que ya lo he dicho), aunque a veces demasiado. No están mal innovar formalmente para captar la atención, pero creo que al final, lo queramos o no, uno se compra un libro para leer una historia que le atrape. Lo bueno es que, en la mayoría de cuentos, García Tur lo consigue. Lo malo es que todo lo bueno que podría decir del libro ha quedado en segundo plano, porque lo que más me llamó la atención son los recursos formales. Curioso.

martes, 20 de octubre de 2009

Historia de un libro

A veces es curioso cómo uno se encuentra con un libro.


Te apuntas a un equipo de fútbol y juegas un partido a la semana. Durante uno de ellos, te caes. Pero no les das más importancia.


Dos días más tarde, te levantas con un dolor en el pecho, que no sabes a qué se debe. Como continúa, decides ir al médico para tranquilizarte. Llegas a la consulta y te hacen esperar.

Mientras, hojeas una revista de viajes, y medio minuto antes de que digan tu nombre, empiezas a leer una nota al pie de una fotografía de la barrera de coral en Queensland, Australia.


Te quedas con el título de un libro que mencionan. Parece interesante.

Al salir, vas a la farmacia a comprar las pastillas que te ha recetado el médico. Justo enfrente ves una librería, y como eres hombre de impulsos, entras.

Das una vuelta, ves algunos libros que piensas que te encantaría leer, y de repente estás delante de la estantería de libros de viajes. En la sección de ‘América’, buscas algún libro sobre Perú, y ahí, donde no debería estar, lo encuentras: ‘En las antípodas’, de Bill Bryson. El inicio es prometedor:

“En el avión que me llevaba a Australia, suspiré al darme cuenta de que había vuelto a olvidar quién era su primer ministro. Siempre me pasa lo mismo con el primer ministro australiano, me fío de mi memoria y lo olvido (generalmente casi al instante), y eso me hace sentir muy culpable. A mi juicio debería haber alguien más fuera de Australia que lo supiera.

Pero es que resulta difícil estar al corriente de lo que sucede en Australia. En mi primera visita, hace algunos años, pasé el largo rato de vuelo desde Londres leyendo una crónica política australiana del siglo XX, donde descubrí la sorprendente noticia de que en 1967 el primer ministro, Harold Holt, estaba paseando por la playa de Victoria cuando se lo llevó una ola y desapareció. Nunca más se supo del pobre hombre. Esto me resultó doblemente sorprendente: primero, porque Australia hubiese perdido un primer ministro (vaya, que no es normal) y, segundo, porque nunca me hubiera enterado de ello.”

Ya os explicaré cómo sigue.

j.

jueves, 15 de octubre de 2009

Cabernet Inditex



Entre ayer y hoy he visto un documental bastante interesante sobre la industria del vino: 'Mondovino'. A partir de entrevistas a enólogos, familias de aristócratas, pequeños productores y periodistas, el director consigue que conozcamos los entresijos de una industria que en pocos años ha crecido y se ha sofisticado de manera increíble. Un resumen:

- Bodegas de 13 países están controladas por un enólogo llamado Michael Rolland. A este hombre le gusta un tipo de vino (afrutado, dice), y ha convencido a diferentes bodegas para producir este tipo de vino. 'Convencer' es un término muy relativo, ya lo sé. Ha ayudado su amigo Robert M. Parker.
- Bob Parker es el crítico de vino con mayor influencia en el mundo, e íntimo amigo de Rolland. A él también le gusta el mismo tipo de vino, y las notas que él da a los vinos condicionan el precio que alcance en el mercado. Por ejemplo, una botella de vino 'Ornellaia' valía 35€, hasta que él lo catalogó como el mejor vino del año en 2001. Cada botella pasó a costar 110€.
- Pero Bob Parker y Michael Rolland no deciden por sí solos cómo se mueve el mercado. Los viñedos de Ornellaia pertenecían a la familia Antinori, que decidió vender un 20% a la familia Mondavi, estadounidenses con viñedos en Napa. Éstos, finalmente, compraron el 100% de la compañía. Fue entonces, cuando era de su propiedad, que el vino fue catalogado como el mejor por una revista estadounidense, 'Wine spectator', y subió su precio. Ahí tenemos un conflicto clásico: imperialismo yanqui contra pequeños productores europeos.
- Si nos dejamos de romanticismos, las bodegas viven de vender vino, así que la gran mayoría ha optado por entrar en el círculo virtuoso de Rolland y Parker. Producen vino afrutado, lo dejan reposar en barricas de roble francés, lo micro-oxigenan (se repite mucho esto durante el documental, pero aún no sé en qué consiste) y lo venden. ¿Quién es el mejor especialista en este sistema? Rolland, por supuesto, al que contratan todas las bodegas que se lo pueden permitir. ¿Y a quién tiene que gustarle para tener buena nota? A Parker. Parece sencillo. Y parece lo más normal.
- Pero claro, esto se ha convertido en el Zara de los vinos. Todos los vinos con el mismo sabor y todos producidos rápidamente, para que la industria no se desengrase. Y hay gente que se rebela y defiende unos vinos personales, con sus propios tiempos y las características derivadas de la tierra donde se produce. No puede saber igual un vino de Napa que uno de la Toscana. Dónde se produce un vino es lo que los franceses llaman el 'terroir', y la familia Montille (que se negó a dejarse absorber por Mondavi en la Borgoña) califica a estos globalizadores del vino como 'terroiristas'.

Conclusión: un documental muy recomendable, rodado de manera muy original y con una música muy acertada. Como por ejemplo, la canción con la que acaba. 'Apeman', de The Kinks. O ésta divertida, de Desmond Dekker.

j.

martes, 13 de octubre de 2009

Tiempo para (casi) todo


Lo bueno de un fin de semana así de largo es que hay tiempo para (casi) todo.

Para ir al cine y ver películas tan diferentes como ‘Agora’ y ‘Moon’. E incluso sin salir de casa, otra tan diferente como ‘En el nombre del padre’.
Para seguir redecorando tu vida, y sin pasar por Ikea, que tiene mérito.
Para organizar una barbacoa sin salir de la ciudad, y coronarla con una botella de J&B en un sofá destartalado.
Para acabar de ver ‘Occupation’, una gran mini-serie documental ambientada en el Irak ocupado.
Para hacerme a la idea de que no puedo tirar los apuntes y los libros que me acompañan desde hace casi 3 años. Tendré que recuperarlos dentro de un tiempo, no sé cuándo.
Para hacer puzzles de princesas, jugar con un globo, esconderme debajo de 4 cojines y ver ‘Aladdin’. (Ahora que lo pienso han sido días de grandes películas)
Para amenazar a un vecino con denunciarle por alquilar sin licencia un apartamento. (Y para que el servidor me devuelva el correo electrónico)
Para acabar, espero, con la plaga de gusanitos que desde hacía unos días saltaban del extractor a la vitrocerámica.
Y todo ello, sin que falte tiempo para dormir, dormir y dormir...

Y vosotros, ¿qué habéis hecho?

j.

viernes, 9 de octubre de 2009

Algún genio ha decidido que debía amargarme el puente y han publicado las notas de las oposiciones hace un rato. He suspendido. 3 días por delante para beber y superar la resaca. Y para mentalizarme, porque dentro de un tiempo tendré que volver a meterme en la rueda.

Lo mejor es que la primera reacción que he tenido ha sido: "Soy capaz de hacerlo, pero tengo que esforzarme más. Lo conseguiré". Recordádmelo cuando, dentro de unos meses, crea que no.

j.

jueves, 8 de octubre de 2009

Gürtel

Me considero una persona informada. Me gusta ver las noticias en la televisión y leo asiduamente periódicos, blogs, artículos de opinión, revistas... Y creo que lo hago con suficiente atención (verdad, Susie?), como para asimilar lo que leo.

...

Pero el caso es que me he perdido con el caso ‘Gürtel’. Lo he intentado, de verdad, pero me he perdido. Cada vez que veo un artículo del tipo ‘Todo sobre la trama Gürtel’, ‘Los nombres del caso’, ‘La claves de la red Gürtel’ o similar, lo leo, pero al tercer párrafo me harto y paso a la sección de ‘Deportes’, mucho más a mi alcance.

Tenemos al personaje que da nombre a esta trama, Francisco Correa, que crea una empresa que recibe todo tipo de contratos para organizar actos en Madrid, sin concurso público ni nada. Malo. Tenemos también al tesorero del PP, Luis Bárcenas, y a un senador del PP de cuyo nombre no puedo acordarme, que, como son aforados, son juzgados por el Tribunal Supremo. No recuerdo bien qué les imputaron, pero en su momento parecía que iban a hacer caer a Rajoy si no aceptaban declarar. Malo. Tenemos a un tipo llamado ‘El Bigotes’, que no entiendo aún por qué no se ha afeitado... Malo. Tenemos a Francisco Camps, que esgrime como única defensa que los jueces del Tribunal Superior de Justicia de Valencia han rechazado la causa abierta contra él por los famosos trajes. Pero claro, resulta que el juez es su íntimo amigo. Quizá en Suecia eso no sea motivo de recusación, pero en este país... Malo. (Leí un artículo de Santos Juliá que decía que en los países del sur hay más corrupción porque, al haber más horas de sol, la gente hace más vida en los bares y eso aumenta los negocios sucios. Me gustaría desmentirlo, pero aparece Berlusconi y se me quitan las ganas de intentarlo. Malo, malo y malo.) Tenemos a Alejandro Agag, yerno de Aznar e íntimo amigo de Correa (y Briatore y Ecclestone y Camps y...). Seguramente uno de los hombres que más rabia da en España. Uno de esos que, aunque no tengas pruebas, sabes que está metido en asuntos turbios. (Y por turbios entiendo dedicar tu vida a un partido político para escalar y escalar, hasta tirarte a la hija del jefe.) Pues ahí le tenemos, intercediendo entre Aznar y Correa para colocar al Bigotes en los actos del partido. Malo. Tenemos a Ricardo Costa, secretario de Organización del PP de Valencia, al que han regalado relojes y coches de lujo, pero que se empeña en demostrar que eso no tiene nada que ver con su trabajo y sus decisiones. No, claro. Malo. Y tenemos también al secretario de Organización del PP de Galicia, que también contrataba sin concurso a la empresa Orange Market (¿quién narices le puso el nombre? ¿Y qué pensarán los de Orange, la empresa de telefonía, a la que han arruinado el negocio?). Malo. Y también a los alcaldes de Majadahonda, Arganda del Rey, Pozuelo, y al gobierno de Castilla y León. Malos todos.

Pero todo esto son datos (bueno, y alguna opinión que se me ha escapado); lo que no entiendo es cómo narices puede pasar algo así. Cómo puede ser que haya tanta gente implicada, la gran mayoría viviendo de fondos públicos, ellos, que tanto defienden lo de liberalizar el mercado, soltar el lastre del Estado y dejar que la economía se autoregule. ¿Para qué? ¿Para que aparezca gente como ellos? Pues quita, quita, prefiero que me robe el Estado y saber a quién tengo que exigir que cumpla.

Ah, y tenemos a Rajoy, que no creo que se haya llevado ni un duro, pero que va a ser el principal perjudicado de todo esto, porque puede perder las elecciones, aunque limpie el partido a fondo.

j.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Ich bin ein berliner (2)

1 vez me creí capaz de hacer algo que no sé. Y si no sé en Barcelona, ¿por qué iba a saber en Berlín? El segundo día se nos ocurrió alquilar una bicicleta. Todo el mundo nos lo había recomendado, el día anterior habíamos comprobado por la ciudad que es algo mayoritario, que se puede hacer sin peligro, y el día era propicio para ello. Teníamos pensado visitar el Tiergarten, un parque de 210 hectáreas de superfície, y recorrer algunas de las calles kilométricas que los soviéticos tuvieron a bien repartir por Berlín. Algunas, de hasta 2 km. de largo.

(una vista de la Karl-Marx allee)

Pero cuando ya estábamos lo suficientemente lejos como para volver, el sillín de Susie dijo basta y comenzó a tambalearse para que aquello fuera más duro que subir el Tourmalet. Decidimos buscar algún puesto de alquiler de bicicletas para que nos dejaran una llave inglesa con la cual ajustar el sillín. Pero... Manolete, si no sabes torear pa’qué te metes!! Creyendo saber lo que hacía, desatornillé el sillín entero, el tubo que lo sujetaba se metió en uno más grande... y se atascó!! Ahora ya no necesitábamos sólo una llave inglesa, sino alguna herramienta más que ni siquiera sé cómo se llama. Y en el puesto de alquiler de bicicletas no tenían nada que pudiera servirnos. ‘Buscad algún taller’, nos dijeron.

Pero ¿para qué quiere uno herramientas teniendo vascos? Susie avistó unos chicos con el mismo modelo de bicicleta que nosotros, se ajustó el escote y fue a preguntarles si tenían un juego de herramientas. No, pero tenían unos dedos como salchichas que sirvieron para sacar el tubo completamente. Yo, que ya me había retirado a un segundo plano para no torpedear la estrategia de Susie, me empequeñecí y mire mis dedos cuidados, con sus uñas limpias y bien cortadas. Volvimos sobre nuestros pasos, para seguir desde donde Manolete había metido la pata, y decidimos conformarnos con un sillín tambaleante.

Hasta que los adoquines se interpusieron en nuestro camino. Y de repente, el sillín volvió a ceder. Ahí sí, tuvimos suerte: estábamos en la calle con más talleres de toda Alemania. Un amable mecánico alemán (sí, existen) arregló todos nuestros apaños, y ajustó el sillín. El problema fue que confundió a Susie con Heidi Klum, y puso el sillín a la altura de sus hombros, y encima inclinado. Manolete purgó sus pecados cambiando la bici con Susie, y llegó a casa, horas después, más contento que el alcalde de Berlín tras una noche en el Love Parade.

Lo dicho: una y no más.

j.

jueves, 1 de octubre de 2009

Ya lo sabía...

Para que luego digáis que os recomiendo cualquier cosa... Jacinto Antón obtiene el recién creado Premio Nacional de Periodismo Cultural. Leed.

j.

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