lunes, 27 de julio de 2009

La inundación




'Una historia africana que le da un papel a Dios en un drama humano.
Una inundación asuela un país. Un hombre se ha refugiado en el primer piso de su casa, que está rodeada por el agua. Otros hombres se acercan en una piragua y le dicen si quiere ir con ellos.
Él rechaza el ofrecimiento diciendo:

- ¡No! ¡Confío en Dios! ¡Él no permitirá que las aguas se lleven mi casa! ¡Idos!

Los salvadores se van. Las aguas siguen subiendo y el hombre acaba refugiándose en el tejado de su casa. Entonces se acerca un helicóptero, del cual baja un cable y unos hombres le hacen señas al aislado de que se agarre al cable.
Él lo rechaza.

- No -dice-. ¡Jamás! ¡Tengo total confianza en Dios! ¡No permitirá que mis plegarias hayan sido en vano!

El helicóptero se va.
Las aguas siguen subiendo, cubren la casa, se llevan al hombre, que se ahoga.
Llega ante la presencia de Dios, a quien le dice con acritud:

- Pero ¿cómo has podido permitir que mi casa haya sido destruida y que yo haya perdido la vida? ¡Yo, que te rezaba sin descanso! ¿Cómo es posible que no hayas venido en mi ayuda?
- ¿De qué hablas? -le dice entonces Dios-. ¡Te envié una barca y un helicóptero!'

Hoy veía un capítulo de 'The west wing' y uno de los personajes explicaba un derivado de esta historia. al escucharla me he acordado de 'El círculo de los mentirosos', de Jean-Claude Carrière, y he sospechado que la leí en él. Efectivamente.

Se trata de una recopilación de cuentos filosóficos de todo el mundo, agrupados en torno a los grandes temas que han preocupado al hombre desde siempre: la vida, la muerte, el amor, la religión, la sabiduría, la justicia... Uno de esos libros que se pueden recuperar siempre, que se pueden empezar a leer desde cualquier página. En suma, un libro que daría para 'cienes y cienes' de clubes de lectura.

j.

P.D: Y para tiempos de crisis, dos cuentos por el precio de uno.

'Una mujer entra en una tienda de comestibles y pide una docena de huevos.

- Son veinte kopecks [derivado del rublo] -le dice el encargado.
- ¡Veinte kopecks! ¡Pero si el lechero de enfrente os vende a quince kopecks la docena!
- ¡Entonces compradlos enfrente!
- Desgraciadamente no le quedan-
- Claro -dice el encargado-. Yo también los vendo a quince kopecks cuando no me quedan.'

lunes, 20 de julio de 2009

Familias





“Cualquier familia merece una película”. Y algunas incluso dos.

Eso es lo que pensaba hoy viendo ‘Tres dies amb la família’, de Mar Coll. Una película sencilla, basada en los diálogos, pero con silencios más explícitos que algunas conversaciones.

Y también recordaba ‘Familia’ de Fernando León de Aranoa. Las dos películas, a su manera, han conseguido que me sintiera identificado con algunos de sus personajes, con muchas de sus sensaciones y contradicciones.

Supongo que, en el fondo, todas las familias tienen algo en común. No las escoges, pero forman parte de tu vida. Odias algunas de sus costumbres, otras las compartes, pero has crecido con ellas y las llevas contigo.

j.


P.D: Tarde entre semana en un cine de barrio. Las abuelas comentan la película mientras la ven. Dan ganas de girarte y decirles que las invitarás a un café con leche para charlar tranquilamente, pero piensas que podría ser tu abuela. Y odiarías que alguien la tratara así.

miércoles, 15 de julio de 2009

‘To strive, to seek, to find and not to yield’


Hoy me han enviado un enlace a una página para descargar series y películas, y a pesar de que dispongo de mi propio ‘camello’ para este tipo de material y no es mi intención descargarme nada (tranquilo, Teddy), he entrado por curiosidad. Y mi cerebro, que es de ideas fijas, me ha llevado a buscar capítulos de ‘Frasier’. Evidentemente están las 11 temporadas, con sus correspondientes 24 capítulos por cada una de ellas. Me ha podido la nostalgia, y he visto el último capítulo de la última temporada.

Recuerdo que, cuando lo vi por primera vez, me emocionó. Después de tanto tiempo, sin darme cuenta, los personajes de la serie se habían convertido en ‘personas’ con las que me veía frecuentemente. La sensación de despedirme de ellos definitivamente me entristeció.

Hoy no me ha parecido tan gracioso ni emocionante, pero sigo pensando que es la mejor serie de televisión que he visto nunca (y ya son muchas).

El título del post es el del poema de Tennyson que lee Frasier a todos sus oyentes como despedida.

Puede que nos traguen los abismos; puede
que toquemos al fin las Islas Afortunadas y veamos
al grande Aquiles, a quien conocimos. Aunque
mucho se ha gastado, mucho queda aún; y si bien
no tenemos ahora aquella fuerza que en los viejos tiempos
movía cielo y tierra, somos lo que somos:
corazones heroicos de parejo temple, debilitados
por el tiempo y el destino, más fuertes en voluntad
para esforzarse, buscar, encontrar y no rendirse.

Comparada con 'La que se avecina' o 'Aída', parece mentira que todas ellas sean series de humor.

Os dejo aquí el enlace que ha provocado esto.

http://wwwstatic.megavideo.com/ep_gr.swf?s=seriesyonkis&v=TMQSPYZB&u=0&confirmed=1

j.

lunes, 6 de julio de 2009

'... y unas crónicas extraordinarias'





Cualquiera que me conozca es consciente del pánico absoluto que siento ante cualquier clase de animal, terrestre o marino. Pues bien, durante algunos días me he planteado seriamente cuidar de un caimán en mi bañera, criar un hámster en el salón, practicar submarinismo para poder ver de cerca un tiburón o volar a la selva de Borneo para convivir con orangutanes.

Ya se me ha pasado, y ahora mi curiosidad se limita a querer visitar el zoo de Barcelona un día de éstos, pero la culpa de todo esto la tienen Jacinto Antón y su libro ‘Pilotos, caimanes y otras aventuras extraordinarias’ (RBA), una recopilación de las crónicas publicadas durante más de 20 años en ‘El País’.

A pesar de ser un asiduo del diario, nunca me había parado a leer sus crónicas, pero una recomendación de Enric González (más de una, de hecho, en las entrevistas digitales que semanalmente celebra en la web de ‘El País’), me animaron a leerlo. El título no es muy alentador, pero el libro está lleno de crónicas divertidísimas narradas con un sentido del humor irónico y un lenguaje preciso (he tenido que leer el libro con la ayuda del María Moliner). Algunas que enseñan muchísimo más que algunos libros de historia (‘El hombre que sabía demasiado… poco’, sobre Albert Speer, el llamado arquitecto de Hitler), otras que parecen protagonizadas por personajes surrealistas de Woody Allen (como ‘Piel de nazi’, en la que relata una noche en la que decidió disfrazarse de capitán de la Wehrmacht, porque “nunca está de más aumentar el respeto entre los vecinos”, y acabó refugiado en un portal), e incluso una revelación increíble (ya que Jacinto Antón fue uno de los soldados que asaltó el congreso el 23-F).

Lo dicho, un libro divertido y extravagante, del que me niego a escoger una sola crónica. Si alguien lo quiere, lo tengo en casa.

j.

jueves, 2 de julio de 2009

Inauguración







Hace tiempo que me ronda la cabeza la idea de crear un blog, y hace tiempo que alguien me respondió, cuando le sugerí un asunto que podía ser 'carne de post', "oye, ¿y por qué no te abres un blog?". (No era en tono sugerencia constructiva, sino más bien en tono 'deja de tocarme las narices', todo sea dicho).
El caso es que no me acababa de decidir, primero porque andaba muy liado labrándome un futuro laboral (asunto casi resuelto, gracias), y luego porque creo que le tengo mucho respeto a la palabra escrita. Lo escrito queda, y yo no he sido nunca muy dado a lo definitivo (desde aquí, recuerdos a mi novia). Pero también pienso que escribir te obliga a reflexionar (o si no lo haces, más tarde te permite darte cuenta de las tonterías que escribes), y quiero mirarlo por el lado positivo. 
El caso es que aquí estoy, inaugurándolo; ya veremos qué tal se me da. Intentaré escribir con frecuencia sobre temas interesantes. Y si no lo consigo, no seáis duros conmigo.
j.

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