En tiempos tan apestosos como los que vivimos, a veces nos preocupa más la imagen que el fondo. Sí, quiero hablar del hombre más odiado en Catalunya después de CR9 y Curri Valenzuela: Fèlix Millet.
En 1999 recibió la Creu de Sant Jordi, creada con el objetivo de “distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Catalunya en la defensa de su identidad o, más generalmente, en el plano cívico y cultural”. Vaya, una distinción honorífica creada en 1981, sin dotación económica, que han obtenido personas como Lluís Llach, el Fútbol Club Barcelona, Péter Brachfeld Latzko (a mí también me parecía increíble que no la tuviera), Núria Espert o la Volta Ciclista a Catalunya. Millet comparte distinción con ellos, y después de lo que ha hecho, ni a ellos les apetece verse relacionados con él (Tresherras dixit), ni a la Generalitat le interesa que se le relacione con el premio.
El problema es que a nadie se le había ocurrido que alguna vez fuera necesario revocar la distinción (quizá cuando la crearon no pensaban regalarlas), así que el Decreto de creación no contemplaba esa opción. Cagada pastorets.
Por eso hoy se ha publicado en el DOGC el Decreto siguiente:
Article únic
S’afegeix un nou article 6 al Decret 457/1981, de 18 de desembre, creant la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, amb la redacció següent:
“Article 6
“Aquesta distinció podrà ser revocada quan es produeixin fets que posin de manifest la conducta poc honorable, que comporti la indignitat o el demèrit, de la persona o entitat guardonada.
La revocació es durà a terme per decret del Govern, prèvia audiència de la persona interessada, en el marc del corresponent expedient administratiu instruït a l’efecte.”
Lo dicho: es más fácil hacer estas campañas de imagen y anunciar solemnemente que se le retirará la distinción por la vergüenza que supone y bla, bla, bla... Más fácil, decía, que ser exigente cuando las entregas y, lo más importante, realizar controles a un señor que casó a sus dos hijas en el Palau, falsificando facturas para que el propio Palau las pagara. Y no me enrollo más, porque son tantos los detalles oscuros de la historia que dan para 3 ó 4 posts... Eso sí, yo pienso que, por lo mismo que le revocan la Creu de Sant Jordi deberían darle el Nobel de Economía. Porque madre mía qué genio...
j.
Ah, dos curiosidades descubiertas mientras me informaba:
1) ¿Sabíais que en 1989 sólo se otorgó la Creu de Sant Jordi a una persona? El resto de año el listado es bastante extenso, pero en cambio ese año sólo se le otorgó a Ernest Dethorey i Camps. ¿Alquien sabe qué pasó?
En 1999 recibió la Creu de Sant Jordi, creada con el objetivo de “distinguir a las personas naturales o jurídicas que, por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Catalunya en la defensa de su identidad o, más generalmente, en el plano cívico y cultural”. Vaya, una distinción honorífica creada en 1981, sin dotación económica, que han obtenido personas como Lluís Llach, el Fútbol Club Barcelona, Péter Brachfeld Latzko (a mí también me parecía increíble que no la tuviera), Núria Espert o la Volta Ciclista a Catalunya. Millet comparte distinción con ellos, y después de lo que ha hecho, ni a ellos les apetece verse relacionados con él (Tresherras dixit), ni a la Generalitat le interesa que se le relacione con el premio.
El problema es que a nadie se le había ocurrido que alguna vez fuera necesario revocar la distinción (quizá cuando la crearon no pensaban regalarlas), así que el Decreto de creación no contemplaba esa opción. Cagada pastorets.
Por eso hoy se ha publicado en el DOGC el Decreto siguiente:
Article únic
S’afegeix un nou article 6 al Decret 457/1981, de 18 de desembre, creant la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, amb la redacció següent:
“Article 6
“Aquesta distinció podrà ser revocada quan es produeixin fets que posin de manifest la conducta poc honorable, que comporti la indignitat o el demèrit, de la persona o entitat guardonada.
La revocació es durà a terme per decret del Govern, prèvia audiència de la persona interessada, en el marc del corresponent expedient administratiu instruït a l’efecte.”
Lo dicho: es más fácil hacer estas campañas de imagen y anunciar solemnemente que se le retirará la distinción por la vergüenza que supone y bla, bla, bla... Más fácil, decía, que ser exigente cuando las entregas y, lo más importante, realizar controles a un señor que casó a sus dos hijas en el Palau, falsificando facturas para que el propio Palau las pagara. Y no me enrollo más, porque son tantos los detalles oscuros de la historia que dan para 3 ó 4 posts... Eso sí, yo pienso que, por lo mismo que le revocan la Creu de Sant Jordi deberían darle el Nobel de Economía. Porque madre mía qué genio...
j.
Ah, dos curiosidades descubiertas mientras me informaba:
1) ¿Sabíais que en 1989 sólo se otorgó la Creu de Sant Jordi a una persona? El resto de año el listado es bastante extenso, pero en cambio ese año sólo se le otorgó a Ernest Dethorey i Camps. ¿Alquien sabe qué pasó?
2) Existe un máximo de Creus de Sant Jordi que pueden estar en manos de personas físicas vivas: 600. ¿Quizá por eso en 1989 sólo pudieron dar una? Y como luego han ido cayendo los héroes de la Guerra civil que la tenían... Es una teoría.
Espléndido!
ResponderEliminar¿Nadie se mosqueó cuando casó a sus hijas en el Palau? ¿Era su casa aquello?.... ¿Qué pensaban los "representantes" políticos que "controlaban" esta entidad?.... VERGUENZA - VERGUENZA. Por dignidad y vergüenza y para dar una salida digna a esta democracia Deberían dimitir todos. Eso les honraría.
ResponderEliminarPero es que esto es como el Nobel de la paz? No hace falta hacer mucho, el mérito se le supone. Y en base a esta suposición, pues le damos un premio que se supone (también) que es un honor. Y si luego deshonra al premio (si es que eso se puede) pues se lo quitamos, y ya está. Así el año que viene se lo podemos dar a una persona más, y nos harán los 600 vivos!
ResponderEliminarBigmouth, gracias, es lo más bonito que me han dicho hoy.
ResponderEliminarAnónimo y Anónimo Ye-Ye, al primero que dimita le damos la Creu de Sant Jordi. Eso sí que honraría el premio...
Por cierto, anónimo Ye-Ye, me encanta tu nombre.
j.