martes, 3 de noviembre de 2009

Ecos de Pretoria



Anoche entrevistaron a José Zaragoza, secretario de Organización del PSC, en ‘Àgora’, y dijo lo siguiente: "Lo importante es que la gente aprecie que se actúa con contundencia y celeridad, que no se permiten según qué tipo de actuaciones". Y luego siguió con la típica retahíla de ‘y tú más’, que últimamente nos son tan familiares. Apestoso. Apestoso, porque en estos casos lo importante no es lo que la gente piense, sino lo que los partidos hagan. Pero se le escapó el alma de publicista, que es casi en lo que se han convertido los partidos políticos, y confundió las prioridades. Cuando un partido actúa correctamente pero no consigue hacer llegar su mensaje, sí que tiene un problema de comunicación, pero cuando tiene a varios de sus militantes y cargos públicos imputados en un caso de corrupción, está claro que el problema no es de comunicación.

Ayer se reunió la dirección de Convergència para tomar algunas medidas. Lo primero, en relación al caso Pretoria, suspender de militancia temporalmente a Prenafeta y Alavedra. Salpicado, eso sí, del ‘los míos no son cargos públicos y los tuyos sí’, que supongo que consuela a Mas, pero al resto nos da absolutamente igual.
Y luego, como a mí me daban dos, el caso Millet. Se ha hablado mucho de la vinculación con la Fundación Trias Fargas, de los convenios firmados, de las subvenciones que una entidad subvencionada otorgaba a una fundación vinculada a un partido político (increíble, pero cierto). Y se esperaba impacientemente la reacción de Mas. ¿Devolverán el dinero? ¿Qué dicen los convenios? Pues la única medida es: cambiar de nombre la Fundación... "para proteger su honorabilidad"!! Otra apestosa medida de marketing. ¿Y si hacemos las cosas bien, de manera transparente, para proteger la honorabilidad? Sí, también ha dicho que devolverán el dinero siempre que la Trias Fargas (aún es su nombre oficial), no aparezca como la culpable de la situación. Pero eso es como no decir nada, porque que aparezca como culpable depende de cómo lo sientan ellos. Y tienen la piel tan fina...

El fin de semana pasado, Alicia Sánchez-Camacho (no los labios, la mujer que va detrás) hizo unas declaraciones que aún no acabo de entender: "Queremos que en casos de estafa, cohecho, malversación de fondos o blanqueo de dinero, el hecho de que quien los cometa sea un servidor público y cometa el delito con el dinero de todos sea un agravante en el Código Penal". ¿A quién quieren engañar apareciendo como los más intransigentes y severos? ¿Acaso han abierto un expediente a Víctor Ros, ex-alcalde de Llaveneres y del PP, por lo que pudiera saber del caso Pretoria? Una apestosa declaración que no sirve para nada, excepto para convencer a los suyos. Marketing.

También se reunió ayer la dirección de Esquerra Republicana de Catalunya, para hacer leña del árbol caído, perdón, para plantear su postura sobre lo que está sucediendo. Las declaraciones de su portavoz Ignasi Llorente son intachables: un llamamiento "a la calma y a la responsabilidad", que "se deje de jugar al ‘y tú más’", porque "lanzarse reproches mutuos no hace más que crear desafección y desánimo". ¿Detalle apestoso? Que dé la casualidad que desde hace unos días, ERC ha cambiado el logotipo del partido para las
ruedas de prensa, y ahora se lee: ‘Per la transparència’, con una lupa aumentando las letras. Más marketing.

Y por último, Iniciativa per Catalunya – Izquierda Unida, que la semana pasada debía presentar una propuesta para que sea público el patrimonio y la declaración de la renta de los diputados. A última hora, descartó someterla a votación, y simplemente se debatió. ¿Resultado? Todos los partidos dicen que sí, que es necesario, que se reformará lo que haga falta para mejorar la transparencia. ¿Y qué hubiera pasado de haberla sometido a votación? Que no habría salido adelante y que todos los partidos la habrían tachado de oportunista. ¿Y no es más oportunista debatir sin llegar a nada sobre un asunto que preocupa a partidos y ciudadanos?
¿Y el detalle apestoso? Pensar por qué un partido como ICV – IU, que no tiene nada que perder, se deja tomar el pelo y cambiar de idea, cuando erigirse en defensor de una gestión pública transparente (ellos que no gestionan nada, que no tienen tentaciones) puede devolverle muchos de los votos que el PSOE le ha robado los últimos años. Extraño.

Y así transcurrió un día más en el oasis catalán.
j.

3 comentarios:

  1. Por cierto, a qué se debe esa foto?

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  2. Vaya, Bigmouth, viniendo de un insigne bloguero como tú, es todo un honor. Gracias.
    Anónimo, la foto es Pretoria, pero me olvidé de poner la nota a pie de página...
    j.

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